Se dan en España gran variedad de usos y maneras de cocinar que responden a los rasgos
peculiares de cada región peninsular. La cocina española por tanto resulta muy variada y
refleja esas peculiaridades regionales. Dos tipos de grasa se utilizan primordialmente para
preparar los alimentos: el aceite de oliva y la manteca de cerdo. La mantequilla de vaca, a
diferencia de lo que ocurre en otros países, sólo excepcionalmente se emplea en la preparación
de la comida española