La glándula tiroides secreta especialmente tiroxina (T4) y triiodotironina (T3). En cuanto a la lactancia, la presencia de T3 es necesaria para que exista una adecuada respuesta a la prolactina de la mama, vital para la producción de leche.
La disfunción tiroidea, especialmente el hipotiroidismo, puede asociarse a una hipogalactia o poca producción de leche. El déficit de yodo, puede producir hipotiroidismo y de igual modo podría producirlo el exceso.